En los últimos años, diversas modificaciones cambiaron el escenario para las empresas en Chile. Desde la reforma tributaria hasta el impuesto a los servicios digitales llevaron a muchas a ajustarse el cinturón.
Pese a que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mejoró sus proyecciones de crecimiento económico para Chile, las empresas no han tenido el camino fácil.
Nuevas normativas, exigencias y más impuestos se han convertido en verdaderas piedras en el zapato, especialmente, para las empresas pequeñas y medianas. La gerente general de Best Business Consulting (BBSC), Claudia Valdés Muñoz, enumera los cinco cambios más importantes:
1. Reforma Tributaria: La Reforma Tributaria de 2019 estableció una nueva estructura impositiva que reduce la tasa del Impuesto de Primera Categoría a las empresas, pero que a su vez fijó un impuesto global complementario progresivo para los trabajadores que ganan más de 1.5 millones de pesos mensuales.
2. Modernización de la Facturación Electrónica: desde el 1º de julio de 2020 se estableció la obligación para todas las empresas de utilizar la facturación electrónica, lo que busca simplificar los procesos de facturación y reducir la evasión fiscal.
3. Creación del Régimen Tributario Pro-Pyme: este régimen busca incentivar la creación de nuevas empresas y el crecimiento de las ya existentes, mediante la reducción de la carga tributaria para las pequeñas y medianas empresas.
4. Ajuste del Impuesto Verde: desde el 1º de enero de 2021, el Impuesto Verde se ajustó para aumentar su recaudación, lo que afectará principalmente a los vehículos más grandes y contaminantes.
5. Impuestos a los servicios digitales: a contar del 1º de junio de 2020, se estableció un impuesto del 19% a los servicios digitales que prestan empresas extranjeras, como Netflix, Amazon o Uber, lo que busca reducir la evasión fiscal y equiparar las condiciones de competencia con los prestadores locales.
Pero, a pesar de que los cambios pueden parecer abrumadores, Valdés Muñoz llama a la calma. “Con planificación, organización y la asesoría adecuada, lo que parece un obstáculo puede convertirse en una oportunidad de mejora. Por eso, es importante tomar decisiones de manera informada y apoyarse en quienes tienen experiencia y conocimiento tanto jurídico como tributario”, comenta la especialista.
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