Desconectarse del trabajo a veces puede resultar complejo. Cuando el cuerpo para y lo dejas descansar pueden aparecer trastornos como ansiedad o insomnio.
Seguro has escuchado el dicho “necesitar vacaciones de las vacaciones”, pues muchos persiguen la idea de ser productivos incluso en periodos de descanso y junto con lo laboral, cumplir además con las responsabilidades familiares y sociales. Así, tienden a darles menos importancia al tiempo de ocio, cuando este es un espacio vital para tratar de mantener una salud mental y un estado emocional equilibrado.
La falta de descanso puede tener serias repercusiones en la salud. De acuerdo con el psicólogo Pablo Palma, académico de la Universidad Autónoma, “sus consecuencias son muy diversas y complejas, y conlleva un declive del bienestar físico y mental, lo cual causa estrés, ansiedad e incluso depresión. Todo esto puede demorar en manifestarse o ser muy explosivo”.
El especialista explica que, por lo general, al irte de vacaciones, más o menos, demoras una semana en desconectarte del trabajo. De tal manera, tres son las acciones básicas, para que el periodo de descanso sirva realmente para volver con las “pilas cargadas”.
Cerrar los asuntos pendientes antes de vacaciones, o al menos, que queden lo suficientemente resueltos como para retomarlos a la vuelta y con cierta comodidad. Esto no es una tarea en absoluto sencilla, y a veces puede provocar un estrés demasiado elevado antes de su disfrute. Por esto, Palma señala que, “lo más efectivo es aprender a delegar, lo cual será clave para que el trabajo no nos persiga hasta nuestro lugar de descanso”.
Apagar los dispositivos móviles. Si eres una persona acostumbrada a vivir pegada al teléfono por asuntos laborales, es necesario reducir su tiempo de uso a lo mínimo o anularlo durante el descanso. Si el celular forma parte de tu ocio, al menos ponlo en silencio en los momentos en los que estés durmiendo o compartiendo tiempo con amigos o familiares. Reserva una hora al día para atender los asuntos urgentes o para charlar con los amigos, pero no hagas que tu celular o computador siga formando parte de tu día a día como si estuvieras trabajando.
Olvídate del reloj durante tus vacaciones. No estés pendiente de la hora, disfruta al máximo del descanso, no te pongas obligaciones de horarios o de comidas. Simplemente, disfruta y haz lo que te plazca en cada momento.
Una vez que te toque volver al trabajo, se debe hacer de manera progresiva. "No busques recuperar la rutina, en todos los aspectos, de manera rápida y precipitada. Hacerlo te creará ansiedad y problemas de adaptación. Además, recuerda que a lo largo del año debes buscar ventanas de desconexión para que no se te haga todo cuesta arriba"
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