La plataforma Kimche ha desarrollado un software que, mediante el análisis de los datos en educación, permite encontrar a tiempo los casos de riesgo en los establecimientos educacionales, entre otras importantes funciones.
“Los datos nos sirven para comprender el problema en profundidad antes de actuar, pues es fácil abrumarse con las cifras de ausentismo”, comenta Sebastián Arentsen, cofundador de Kimche, en torno al rol y la importancia del uso de datos en educación y cómo ocuparlos para prevenir la inasistencia escolar.
Para ayudar a los colegios a tomar mejores decisiones y optimizar la gestión escolar, es que la plataforma ha trabajado en diversos software, entre ellos el Big Data Kimche. Este módulo permite consolidar los datos de las y los estudiantes, acceder a ellos y manejarlos en un mismo lugar, gracias a la categorización en reportes y gráficos que simplifican la toma de decisiones.
“El análisis de datos nos sirve para comprender cuáles son los tipos de estudiantes, niveles y cursos que están con dificultades. A su vez, agruparlos y generar soluciones no sólo individuales, sino que también por grupos. Así la escuela concentra su esfuerzo en soluciones que impactan a más personas”, señala Sebastián Arentsen.
Ausentismo crónico como indicador
Lucas Espinoza, co-fundador de Kimche, destaca la importancia de entender el ausentismo escolar como un indicador de otros problemas de fondo. “Un 10% de inasistencia puede parecer poco, si consideramos que existe ausentismo crónico cuando se tiene menos del 90% de asistencia. Sin embargo, al proyectarlo en 10 meses, dos días de inasistencia mensual serían un mes completo sin clases en el año, y ese es el profundo impacto del ausentismo crónico”, señala.
Lucas da un ejemplo de conducta que se puede identificar gracias a la reportería de asistencia por día de la semana, del Big Data: “En varios liceos hay estudiantes que trabajan los fines de semana, y su día de descanso suele ser el lunes. Ese es un motivo entre muchos otros, por el cual faltan a clases”, cuenta el Ingeniero Civil Industrial.
Sobre este punto, hay varios casos de uso efectivos. Uno de ellos es el Liceo Industrial Ramón Barros Luco, que el 2017 pasó de tener 130 estudiantes con ausentismo crónico, a mejorar considerablemente la asistencia. Iris del Carmen Verdugo, directora del establecimiento, destacó que revisar los reportes de Kimche quincenal o mensualmente, hace la diferencia, pues podían identificar fácilmente dónde estaba el problema.
El punto clave, según Lucas y Sebastián, radica en que luego de ver la información que entrega el Big Data, las comunidades tomen un rol activo. “El uso de datos es uno de los pasos que se requiere para revertir la situación, pero una vez comprendido el problema es deber de las comunidades organizarse para interpretar correctamente cada caso y trabajar juntos en soluciones que impacten la vida de los estudiantes”, asevera Sebastián.
Estrategias diferenciadas para casos particulares
La primera recomendación de los co-fundadores de Kimche, Sebastián Arentsen y Lucas Espinoza, es contar con un libro digital de clases, ya que así se tiene toda la información de los estudiantes en digital. Una vez hecho este paso, se pueden empezar a hacer análisis diversos.
En segundo lugar, Lucas recomienda segmentar a los estudiantes que presentan menos del 90% de asistencia, con categorías específicas, pues las razones de ausentismo, si bien pueden repetirse, pueden ser por muchos factores.
Por último, los fundadores de Kimche destacan la urgencia que tienen las comunidades educativas de concientizar a estudiantes y apoderados sobre la importancia de la asistencia diaria. Para contribuir en esta tarea, Kimche desarrolló un kit llamado “Volvamos a la sala de clases. Cada día cuenta”.
“En Kimche siempre promovemos el liderazgo distribuído y la integración de la familia en la vida de la escuela para contar con la mayor cantidad de manos posibles al enfrentar este problema”, concluye Sebastián.
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