A pesar de las dificultades logísticas que suelen existir cuando los niños están con mucho tiempo libre entre las manos, es importante mantener cierta disciplina en lo que al uso de dispositivos móviles se refiere.
Durante las vacaciones es común que los niños utilicen más plataformas digitales y elementos con pantalla para divertirse. Mientras gran parte de los adultos deben continuar trabajando o tienen como máximo tres semanas de vacaciones, los pequeños son menos supervisados y se flexibilizan los horarios y permisos.
"No se trata de prohibirles, sino más bien de dosificar el tiempo en pantalla e incluso, usarlo a favor del aprendizaje pero en su idioma, es decir, de manera entretenida y lúdica, evitando frustraciones”, explica Javier Arroyo, experto en aprendizaje online y co fundador de Smartick, plataforma de aprendizaje virtual con IA para niños de 4 a 14 años.
Aprender a utilizar los dispositivos tecnológicos y los recursos disponibles en la red para conocer el tipo de bloqueos y controles infantiles que permiten.
Instalar el computador en una zona de la casa concurrida, donde los padres siempre puedan estar observando a los niños.
Fomentar el uso del computador o dispositivo en familia, de forma colaborativa.
Supervisar siempre a los niños mientras los usan para conocer cómo manejan la red, los contenidos de los sitios webs que visitan y los videos de Youtube que ven.
Poner límites y normas referidas al uso de dichos elementos. Hay que intentar que los niños tengan tiempo para todo: para navegar por Internet, para hacer deporte, para jugar con sus amigos y para pasar tiempo realizando actividades en familia.
Según el profesional, aprovechar algo del tiempo en el que los niños van a estar conectados e incentivarlos a que realicen una actividad intelectual, les va a permitir mantener el cerebro activo.
"Si se le deja de alimentar de conocimientos, de razonamientos, de sabiduría, su musculatura empezará a debilitarse. El esfuerzo realizado durante todo el año escolar se acaba convirtiendo en olvido y llega el desaprendizaje.
Obviamente merecen descansar y desconectarse, pero es una buena instancia para aprovechar plataformas virtuales de enseñanza, que funcionan con inteligencia artificial y que además son gamificadas, que fácilmente pueden ser parte de lo que el niño entiende como diversión mientras aprende.
Es mejor hacerlo en estos meses que después tratar de que se ponga al día, sobre todo considerando el costo que puede tener para una familia el contratar un profesor particular”, comenta.
De acuerdo con el mercado, un profesor particular de matemáticas o de lenguaje cobra entre $25.000 y $35.000 la hora, por lo que con dos clases semanales al mes por materia puede llegar a costar $240.000 aproximadamente.
Mientras que, plataformas educativas como Smartick, tienen costos menores en comparación al pedagogo individual con precios que van de los $20.000 mensuales por asignatura, hasta un pack de 3 meses por matemática y lectura a $90.000.
Comments