“Ballena a la vista”, Impulsada por la Fundación MERI, llama a los turistas a reducir amenazas hacia los cetáceos y les recuerda que se deben respetar las distancias de seguridad en avistamientos y que está prohibido alimentarlos, tocarlos y nadar con ellos.
La Fundación MERI dio a conocer esta semana la sexta versión de la campaña “Ballena a la vista” que busca proteger a estos grandes cetáceos que pueden ser apreciados en las costas chilenas durante el verano.
El objetivo es sensibilizar a la ciudadanía de la existencia de diferentes especies de ballenas en las costas chilenas durante los meses de verano para que puedan disfrutar de su presencia de una forma responsable recordando que muchas de estas especies se encuentran en peligro de extinción debido a las actividades humanas.
El material didáctico elaborado por la Fundación se puede encontrar en este link, donde se describen la morfología, historia, migraciones, el uso del sonido para comunicarse y las amenazas que enfrentan estos cetáceos. Este año, por primera vez, en la historia de la campaña está operativa una boya inteligente instalada en el Golfo de Corcovado, en Chiloé, que monitorea la presencia de ballenas, lo que genera una alerta al tráfico marítimo, con el fin de que las embarcaciones no colisionen con ellas.
Sonia Español, directora ejecutiva de la Fundación MERI, explicó que durante el verano ocurre “la mayor presencia de ballenas en nuestras costas que buscan alimentarse en las aguas chilenas, concentrándose en el sur de Chile por ser aguas altamente productivas. Es una experiencia inigualable e inexplicable el sentimiento que genera encontrarse ante una ballena, pero es importante tener un entendimiento real de lo que significan estas especies para el futuro de los océanos y de la humanidad”.
La científica agregó que estos enormes cetáceos generan un equilibrio único en el ecosistema y “proveen de servicios esenciales para la mitigación del Cambio Climático, como lo es la captura de CO2. Por eso, nuevamente buscamos crear conciencia y educar sobre el valor no solo ambiental, sino que económico, social y cultural de las ballenas y la importancia de su conservación a través de la campaña Ballena a la vista”.
Según la guía de la Fundación MERI, algunas prácticas que reducen las amenazas hacia los cetáceos corresponden a observarlos con binoculares, limitar el tiempo de avistamiento, no alimentarlos, tocarlos o intentar nadar con ellos. Otro dato: también hay que poner atención a cómo se mueven: no es aconsejable acercarse cuando muestran conductas como golpear la cola en el agua, entre otras.
Junto con esta guía, la Fundación MERI durante febrero exhibirá el documental Blue BOAT Initiative en el centro Cecrea de Castro, en Chiloé, donde se muestra el trabajo realizado por los equipos de la Fundación MERI para instalar la boya inteligente que alerta sobre la presencia de estas especies.
Principales lugares de avistamiento de ballenas en Chile
Caleta Chañaral de Aceituno. Región de Atacama, esta pequeña localidad de pescadores presenta una de las mejores condiciones para el avistamiento de cetáceos.
Parque Marino Francisco Coloane, área protegida de 67 mil hectáreas, ubicado entre las islas Santa Inés, Riesco y la península de Brunswick. Allí, circulan libremente cientos de ballenas en busca del krill, la principal base de su dieta.
En el Golfo de Corcovado y el noreste de la Isla Grande Chiloé se han registrado la mayor cantidad de avistamientos de Ballenas Azules de todo el Hemisferio Sur.
La Antártica es uno de los mejores lugares para el avistamiento de ballenas en Chile. En estas frías aguas es posible ver a la ballena jorobada, la franca austral, la minke y la azul.
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