Muchos asocian el insomnio y el mal dormir al estrés, sin embargo, podrían deberse a una insuficiencia de magnesio. La ingesta de la dosis diaria recomendada de este micronutriente sería la clave para tener un sueño reparador.
El primer trimestre del año está por finalizar y, a pesar de que recién se terminaron las vacaciones, el cansancio ya se apoderó de nuestro cuerpo. Es muy probable que a esta altura del año a muchos les esté costando conciliar el sueño y, lo que es peor, lograr un descanso reparador.
Estudios recientes alertan que en Chile estamos muy lejos de soñar con los angelitos. Una investigación de la Clínica Somno determinó que ocho de cada diez chilenos consideraron deficiente su descanso durante el 2022 y un 28% declaró nunca dormir bien.
Asimismo, otro estudio científico realizado por cinco universidades nacionales y publicado por la revista Scientific Report del grupo Nature, reveló que nuestro país sería el que duerme menos horas promedio y en el que menos del 5% de la población cumple con las pautas de hábitos saludables en comparación con otros países de Latinoamérica.
Un tema no menor cuando estamos ad portas de un nuevo cambio de hora, proceso que tiene varios efectos negativos en el organismo. Lo que preocupa todavía más, si se considera que la clínica de sueño y cronomedicina del Hospital St Hedwig de Alemania, ha afirmado que las personas necesitaríamos dormir más durante el invierno.
Sin embargo, el insomnio, la tensión muscular y el cansancio que se pueden experimentar en esta época podría ser señales de una deficiencia de magnesio. Sí, tal como lo lees. Por lo mismo, tratar esta insuficiencia sería una receta eficaz para el mal dormir.
Regulador natural del sueño
“La mala calidad de lo que comemos no nos permite obtener la dosis diaria recomendada de magnesio. Hemos dejado de comer frutos secos, semillas, verduras, legumbres y cereales integrales, que son las principales fuentes de este micronutriente y se ha hecho necesario suplementar”, comenta Pedro Grez, creador del Método Grez y cofundador de BVITAL LIFE, la primera línea de suplementos chilenos de “etiquetas limpias” (sin excipientes). Y las cifras avalan lo que dice: diversos estudios han determinado que, en los países desarrollados, entre el 10 y 30% de la población tiene un déficit de magnesio.
Cuando los niveles de magnesio en la sangre están bajo los parámetros normales se pueden presentar algunos de estos síntomas: insomnio, ansiedad (por falta de sueño), migraña (dolores de cabeza), presión alta, cálculos renales, fatiga crónica o hipotiroidismo.
Para prevenirlos se debe asegurar la ingesta mínima diaria de 300 mg (ideal 400 a 500 mg) de magnesio total. “En general las personas toman una cápsula de 300 mg de magnesio citrato que aporta solo 45 mg de magnesio total, convencidas de que se están nutriendo, pero no se percatan que solo están ingiriendo un 15% de la dosis mínima recomendada diaria, que tampoco es la óptima”, advierte Grez.
Agrega que para que el magnesio sea biodisponible y el cuerpo lo absorba, necesita estar “quelado” (unido) a una molécula orgánica. Y en la mayoría de los suplementos que se encuentran en el comercio, el óxido de magnesio y el cloruro de magnesio no están quelados, por lo tanto, su biodisponibilidad es mínima.
En BVITAL LIFE tomaron en cuenta esta característica para crear MAGZI-VITAL, una formulación de 800 mg de magnesio citrato más zinc que busca mejorar la calidad de sueño, ya que ambos elementos estimulan la producción de melatonina: la hormona del sueño. “Dormir bien tiene impacto positivo en la disminución de la ansiedad por falta de sueño y en eliminar la fatiga mental, por lo que tu capacidad cognitiva y energía aumentan”, afirma Grez.
Si bien los suplementos de magnesio son seguros en las dosis sugeridas, es importante tomar solo la cantidad recomendada y complementar su consumo con un estilo de vida saludable, que incorpore ejercicio, un descanso adecuado y una dieta equilibrada.
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